Nos encontramos en los últimos albores de la noche; pronto amanecerá. Vamos a comenzar la experiencia fotográfica por el norte del Entorno de Doñana, hábitat más meridional del felino más amenazado del mundo, el lince ibérico, que tiene estas zonas del Espacio Natural como zona de expansión de su población.

 Debemos tener en cuenta que la fortuna nos tiene que acompañar, puesto que hay un dicho muy cierto que dice que el lince se deja ver solo cuando él quiere, no cuando tú lo buscas, pero cuando lo ves, no lo olvidas nunca. 

Además, dependiendo de factores como la época del año, la abundancia de conejos, su ciclo vital y la experiencia de nuestro guía, las posibilidades de su avistamiento y de ser retratado variarán con cada salida.

No deja de captar la atención del fotógrafo el ambiente en el que se mueve en esos momentos y que ofrece una bella galería a retratar: encinares centenarios, tupidos acebuchales o infinitos pinares que son el hogar de miles de seres que conviven con el lince. 

El comportamiento animal y la interacción entre los individuos de cada especie hacen de la oportunidad de fotografiar tales escenas un recuerdo de enorme valor para el fotógrafo.